Cuando pase el temblor... de Popayán
Hoy, mayo 24 de 2008, la tierra tembló nuevamente bajo nuestros pies. Fueron segundos que parecieron minutos en los que a pesar del susto tuve tiempo para revolotear por el apartamento (ubicado en un quinto piso al norte de Bogotá), e increparme por la poca falta de prevención y de reacción con las que actué, ya que a pesar que escuchar que mis vecinos bajaron rápidamente las escaleras yo preferí quedarme junto a la puerta con una parsimonia que luego de un momento me pareció absurda. Rápidamente, en cuanto sentí que el movimiento terminó, y estando aún nervioso, encendí la radio y sintonicé las noticias, pensando inmediatamente en que lo más grave había ocurrido en el centro del país por la fuerza con que lo sentí, pero siendo forzosamente transportado en mente y corazón a mi ciudad natal, Popayán, a la que tengo siempre asociada con esta clase de desastres. El epicentro fue más cerca de Bogotá que de Popayán, y afortunadamente esta vez no fue tan grave como otros terremotos que hemos