Alerios

Este año sólo estuve desde el primero hasta el 4 de Enero, pero al igual que los anteriores la pasé de maravilla. Y es que no quería dejar de acudir a la cita en Pasto, sobre todo el 3 de Enero, día del Festival de Música Andina, donde pude ver el desfile de comparsas, seguido de un sobrecogedor espectáculo de juegos pirotécnicos y rematado con el gran concierto de Illapu. Aunque debo confesar que lo que realmente me impulsó a pegarme la rodadita y afrontar las casi 6 horas de terrible viaje por una carretera llena de curvas, altibajos y abismos, fue una poderosa razón de naturaleza femenina, de la cuál no daré mayores detalles. Aquí van unas cuantas fotos, con sus respectivos comentarios: Esta ha sido mi mejor vista del Galeras, siempre que voy a Pasto está nublado. Ojalá algún día pueda subir a su cráter, pues el hecho de que esté en intensa actividad es como un imán para mis instintos (nótese mi fascinación por los volcanes). Una parte de una carroza que reposa en el Museo del Carna